jueves, 13 de septiembre de 2012

Eusebio, un ejemplo de entrega de altura

Si gozamos de la gran suerte de poder dedicar nuestra única vida a aquello que más nos gusta, genial. Si además, lo que nos entusiasma, nos hace mejores personas, ¡te cagas! Y si esto que nos hace buenos, y en lo que invertimos todo nuestro tiempo: 24 horas al día, hace posible la mejora de los demás ¡flipas en colores!
Este es el caso de mi hermano Eusebio, que ni corto ni perezoso, entendiendo lo que el gran Jefe le pedía, ha decidido entregar su vida  por los demás.
 
 Y es que esto de que la entrega de tu vida (lo más propio de tí, y por ello, lo que más cuesta dar) te hace más feliz, no es cosa mía: "El trabajo de sacerdote es considerado en el mundo como el empleo "más feliz", según un estudio realizado por la Organización Nacional de Investigación de la Universidad de Chicago y publicado por la revista Forbes.

Entre los diez "más felices", sigue al de sacerdote el de bombero con un 80% de personas que ejercen esta profesión que afirman sentirse "muy satisfechos" con su trabajo que implica ayudar a la gente."

Lo que llamamos "vocación" a veces es dificil de discernir. La decisión de la entrega implica primero: caer en la cuenta de que estás aquí para algo, segundo: descubrir para qué, y tercero y más duro: compromiso y responsabilidad, algo de lo que nuestra sociedad cada vez entiende menos.

Preguntarte: ¿a quién o a qué doy mi vida? ¿A quién o a qué entrego mi esfuerzo, mi tiempo, y en definitiva, mi persona? ya no es habitual. Lo usual es vivir al día. Guiarte por el dinero, fama o logros materiales que vayas a conseguir. Esto tiene lógica al haber perdido el sentido transcendente de nuestra vida.
 
Los padres son otro gran ejemplo ya que, al igual que los sacerdotes, entienden su vocación como una entrega a a la familia, y con ello ejercen, como con cualquier vocación, una responsabilidad ante Dios.
 
Más felices seremos cuanto más honda y sincera sea nuestra entrega, y por supuesto, la altura del fín al que la encomendamos. Si la causa y el fín de la vocación coinciden en el cielo, ¡CARPE DIEM!

No te pierdas la entrevista a Eusebio Guindano en este link:
http://www.iglesianavarra.org/noticias/2012/08/ordenacion-sacerdotal-del-navarro-eusebio-guindano-laborda/

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Y si quieres comentar algo...